«Gabinetes sin alma y estructuras sin causa»

ÉXODO POBLANO Por: Alex Durán
En el ajedrez político poblano, los peones se mueven en silencio, pero algunos movimientos ya parecen ocurrir en otra dimensión… en esa donde los hechos se tergiversan, se olvidan o se reinterpretan.
Sí, como si estuviéramos entrando en un efecto Mandela institucionalizado.
Porque, seamos honestos: la salida de Yadira Lira de la Secretaría de Turismo fue tan silenciosa, tan invisible, que nadie notó que su paso por la promoción turística del estado fue como un fantasma en un hotel boutique. Se invirtieron recursos, se organizaron eventos… pero nadie supo, nadie vio, nadie sintió.
Ahora, esa misma lógica parece trasladarse a la Secretaría de Igualdad Sustantiva. La recién removida secretaria no fue cesada, solo reubicada.
¿Por capacidad? ¿Por confianza? ¿Por estrategia?
O quizá, simplemente porque no conviene que nada se sepa.
¿Estamos ante un gabinete líquido, donde las estructuras se mueven sin causa y los objetivos se diluyen?
¿O ante un proyecto donde los cargos sirven más para estructurar poder que para entregar resultados?
Porque la alerta por violencia de género sigue activa, y esa secretaría no ha tenido una respuesta clara, ni contundente, ni territorial. Le quitaron el apoyo federal a varios municipios, se detuvieron recursos y se limitaron las acciones reales. Se sigue trabajando en PowerPoint, en comunicados y en pláticas recicladas. Nada que cambie la realidad de las mujeres.
La integridad institucional está en juego.
Y lo preocupante es que parece no importar.
El reciclaje de perfiles, los nombramientos sin estrategia y la idea de que se puede “reconstruir” con lo mismo que ya fracasó, es una receta ya conocida. No es innovación, es simulación con cara nueva. Y eso, por más que lo quieran adornar, no transforma nada.
Mientras tanto, en los pasillos del poder, se ejecutan jugadas de ajedrez donde no importa el resultado final… solo que no se sepa.
Y es ahí donde, con humor negro pero con profunda seriedad, uno se pregunta:
¿Será que los poblanos tendremos que rogarle al “nuevo Papa americano” que nos permita olvidar estos movimientos?
¿O que nos bendiga con un poco de claridad en medio del humo político?
Porque si ya estamos en un efecto Mandela, si lo que sucede no se registra ni se recuerda…
entonces cualquiera puede hacer cualquier cosa, sin consecuencias.
¡Dios mío, qué está pasando!
Y mientras todo eso sucede, se acercan con fuerza las movilizaciones rumbo a la elección del Poder Judicial y la reinterpretación de la ley a conveniencia de las mayorías.
Puebla, una vez más, será escenario de ensayo.
Pero cuidado… porque la historia cobra factura, incluso a los que creen que el pueblo olvida.
No hay transformación posible si se parte de la simulación.
Y el verdadero éxodo —ya lo dije antes— no es de partido.
Es de conciencia.
“Al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver.”
— Joaquín Sabina
Quedamos pendientes, pendientes.