Pseudoabogados estafan a familiares de reclusos con promesas de lograr libertad

Una vez que identificaron esta problemática es que iniciaron una campaña de difusión.
El cambio de medidas cautelares como la salida de prisión bajo la firma periódica o la colocación de un dispositivo electrónico para las Personas Privadas de la Libertad (PPL) ha sido el gancho que los delincuentes utilizan para intentar defraudar a los familiares de los reclusos en el estado de Puebla.
De acuerdo con Sergio Jiménez Pérez, jefe del Departamento Jurídico de la Subsecretaría de Asuntos Penitenciarios del gobierno del estado, este tipo de hechos fueron registrados a partir del año pasado, ya que fue cuando se puso en marcha la línea de atención penitenciaria.
Explicó que por dicho medio se identificó este tipo de engaños de personas que se hacen pasar por abogados para solicitar un cierto monto económico a familiares de los reclusos y que puedan quedar en libertad, no obstante, dijo que esto es falso, ya que para ello debe haber una orden de un juez.
Detalló que el 800-700-4040 es un número que sirve como canal para que familiares de los PPL y ciudadanía en general pueda llamar para denunciar o emitir alguna sugerencia sobre los centros penitenciarios del estado de Puebla.
“Esta situación la identificamos a través de la línea de atención penitenciaria, es un servicio que se tiene a disposición de la ciudadanía, de las Personas Privadas de la Libertad y familiares desde el año pasado. Es un número telefónico por el cual se pueden reportar desde quejas o solicitudes en general”, declaró.
El cambio de medidas cautelares lo determina un juez
Puntualizó que los pseudoabogados buscan a quienes tienen familiares dentro de alguno de los Centros de Reinserción Social del estado y pese a que no se hacen cargo de su defensa los contactan para tratar de engañarlos diciéndoles que es posible que queden en libertad a través del cambio de medidas cautelares.
Explicó que ofrecen que su familiar salga del reclusorio y solo acuda de manera periódica a firmar a un juzgado o que salga bajo el pago de un monto económico, pero también les prometen que su ser querido puede regresar a su casa con la colocación de un brazalete electrónico.